Tras el enorme escándalo despertado en Polonia al descubrirse durante la semana que el individuo contratado como guardaespaldas del centro delantero Robert Lewandowski y los integrantes de la selección de ese país, que se alista para competir en el Mundial de Qatar 2022, es un reconocido militante neonazi polaco acusado de pertenencia a banda criminal, la Federación Polaca de Fútbol decidió romper el vínculo laboral con Dominik G., alias Grucha.