En una charla entre Fuad Char y el abogado Abelardo de la Espriella, el máximo accionista del Junior de Barranquilla, se narró lo que sucedió con James Rodríguez en el más reciente mercado de fichajes. El dirigente intentó contratarlo tras conocer que se iría del Rayo Vallecano. Todo empezó con la aprobación del técnico César Farías, quien le dijo que estaría encantado de tenerlo en su plantilla para 2025.

“Pregunté si pueden averiguar si de verdad va a quedar libre y, si hay la posibilidad de revisar eso, que venga a Junior. Me dijo: ‘Déjame, yo lo llamo’, y efectivamente a los 15 minutos me llamó. ‘James me dijo que estaría encantado de venir al Junior, que hables con el tío de él sobre la posibilidad de un contrato’”, contó Char, haciendo referencia a su primer acercamiento con el círculo cercano del jugador.

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Cuando le confirmaron al directivo que la salida de James del fútbol español era un hecho se puso en contacto directo con el tío del 10. Hablaron y le manifestó que podría acercarse a las pretensiones económicas. Una parte la pondría el Junior y la otra los patrocinadores.

“Yo llamé a Andrés Rubio y me dijo que estaba bastante adelantado. Me dijo que James debía estar ganado cerca de $ 3 millones. Le dije al señor que nosotros podríamos hacerle un contrato de un millón de dólares, lo que podemos pagar, pero podemos buscar empresas que estarían interesadas en que se quede en Junior, entre ella Tecnoglass y Bavaria, y de esa manera podríamos conseguir una cifra cercana a los $ 3 millones”, explicó Fuad Char.

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El dueño del Junior viajó a Medellín el viernes 10 de enero para reunirse con James y convencerlo de fichar. Esperaba que ese contacto cara a cara fuera positivo, iba con la oferta de los $ 3 millones. Lo que no sabía era que ya estaba casi todo arreglado con el León de México, equipo que se lo terminó llevando por una cifra superior a los $ 5 millones. Según sus palabras de aquel día, solo se enteró cuando regresó a Barranquilla en la noche. (D)