El extremo Ángel Di María, quien ha entrado en una cuenta regresiva para poner fin a su historia con la selección argentina, se declaró el sábado emocionado por haber jugado con la cinta de capitán, pero lamentó las circunstancias en que suele hacerlo.

Y Lionel Messi, quien asistió desde el banco a la victoria de sus compañeros por 2-0 sobre Perú, está en el centro de la explicación.

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“Es muy lindo poder ser el capitán de la selección argentina. Lamentablemente cada vez que me toca es porque Leo tiene algo y eso es lo único que no me gusta. Pero intentamos hacer las cosas lo mejor posible cuando él no está”, declaró al término del partido jugado en Miami.

El jugador del Benfica portugués completó en la última jornada de la fase de grupos de la Copa América 143 partidos con la Albiceleste y superó por uno al exdefensor Javier Zanetti. (D)