Francia aprendió a levantar trofeos y a disputar finales mundialistas: la del domingo, contra Argentina, será la cuarta en siete ediciones del máximo torneo de la FIFA. Didier Deschamps encarna esta nueva Francia, no siempre con el fútbol más estético, pero que no se cansa de ganar. Con él, ya sobre el césped o en el banquillo, los Bleus han conquistado dos mundiales, una Eurocopa, una Liga de las Naciones.