Las viejas rencillas entre Mbappé y el PSG han vuelto con apenas dos meses de competición. El club parisino ha sido incapaz de frenar el malestar general de su estrella. El curso pasado ya era así, pero logró cerrar una renovación que parecía imposible. Al Khelaïfi recurrió a Antero Henrique, con buena mano en Qatar, y a Luis Campos, amigo íntimo de la familia Mbappé, para lograrlo.
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Los piropos de Al Khelaïfi y las buenas palabras de Mbappé durante el acto de renovación han resultado ser papel mojado. El internacional francés vio que tenía poder pleno en el club y cogió los peores vicios de las megaestrellas. Apretó al equipo para que llegaran un entrenador y varios fichajes acordes a su nivel. Vino Galtier, quizá más manejable que otros técnicos de renombre, pero ningún crack. Ahí empezó a preocuparse Mbappé: sin un gran 9, las cifras goleadoras creía que se reducirían a él.
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Además, su posición en el campo ha sido otro de los asuntos que más le han irritado. Con el dibujo de tres centrales y carrileros largos, Messi y Neymar fueron ganando libertad por dentro y se la acabaron quitando a él. Ha terminado jugando casi de delantero centro, un puesto en el que se siente incómodo.
Los problemas se hicieron más palpables con el asunto de los penaltis. Galtier dijo que serían cosa suya, en otra muestra de poder hacia Mbappé, pero Neymar, especialmente, no lo vio con buenos ojos. Es más, en algún partido Neymar le quitó ese privilegio para tirarlo él, lo que a Mbappé le pareció un desafío a su autoridad. Se le vio cedérselo, aun así, a regañadientes.
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Mientras todo esto sucede, Haaland acapara los elogios en Europa por su nivel colosal en el City. No es un asunto de poca importancia este. Muchos consideran que pueden ser los dos grandes jugadores del futuro, los que se peleen los próximos Balones de Oro, y ahora mismo la distancia entre el noruego y el francés empieza a ser importante. Mbappé considera que la manera de llegar a lo más alto es dejando el PSG, a diferencia de lo que sucedió en verano. Una herida que nunca se cerró y que ahora vuelve a reabrirse. (D)