Tras la aprobación de la nueva Ley del Deporte, el fútbol ecuatoriano se encamina hacia un nuevo modelo de gestión con la habilitación de las sociedades anónimas deportivas (SAD). Sin embargo, la transformación de los clubes a esta figura jurídica no será automática y estará sujeta al cumplimiento de una serie de requisitos establecidos en la normativa vigente.

El artículo 181 de la nueva Ley del Deporte detalla las condiciones que deberán cumplir las instituciones deportivas que deseen acogerse a este modelo. En primer lugar, será necesaria una resolución expresa de la asamblea general del club, aprobada conforme a lo que establecen sus estatutos internos.

Además, los clubes deberán contar con la autorización del ente rector del deporte o de la autoridad que haga sus veces, la cual será otorgada únicamente tras la verificación del cumplimiento de todas sus obligaciones legales y deportivas. A esto se suma la exigencia de cumplir con los requisitos adicionales que emita la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros a través de la normativa secundaria correspondiente.

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La ley también contempla causales claras para negar la autorización. El ente rector podrá rechazar la conversión en SAD si el club mantiene obligaciones económicas impagas con futbolistas, entrenadores u otras entidades del sistema deportivo nacional o internacional. Asimismo, la solicitud podrá ser desestimada si la institución se encuentra involucrada en procesos judiciales o administrativos que afecten su integridad institucional.

De esta manera, la nueva Ley del Deporte establece un marco regulatorio que busca garantizar que la adopción del modelo de sociedades anónimas deportivas se realice bajo criterios de responsabilidad, transparencia y solvencia, apuntando a una administración más profesional del fútbol ecuatoriano. (D)