Gary Lineker estuvo en la cancha del estadio Azteca, el 21 de junio de 1986, cuando Diego Maradona marcó ante Inglaterra el que muchos consideran el mejor gol del Mundial de México -y de todas las ediciones del torneo, desde 1930-, jornada en la que además el mediocampista argentino ejecutó la llamada ‘Mano de Dios’ y anotó un tanto al cometer una falta que no se sancionó.