La cara de Kylian Mbappé a su arribo a París el lunes, un día después de perder la final del Mundial de Qatar, en la que marcó una tripleta ante Argentina, lo ha dicho todo. Al atacante francés, de 23 años, le supo a poco la medalla de plata de la Copa del Mundo 2022. No ha logrado reponerse de haber tenido que abandonar su sueño de ser bicampeón a los 23 años.