Ángel Mena no goza del marketing que ensalza desenfrenadamente a Moisés Caicedo -para variar, ante Chile el Hombre Invisible pasó totalmente desconectado del juego de Ecuador-. Recibe menos elogios que Kendry Páez -contra los chilenos fue el tercer juego eliminatorio consecutivo del juvenil sin trascender-. Y Mena no tiene un club de fanes como el fundado por periodistas deportivos nacionales, seguidores de Kevin Rodríguez -un delantero de técnica limitada, negado de cara al gol y con muchas ganas y poco fútbol-.