Si no fue contra el Inter, será ante el Bayern o contra el Viktoria Plzen porque no hay centrales. Pero anoche se asistió al principio del fin de Gerard Piqué en la Champions. Pese a que su contrato termina en 2024, es muy difícil imaginarse al central de la Bonanova un curso más en el Barcelona. Primero, porque él mismo advirtió que no pasaría un año completo en el banquillo, algo que sucederá en cuanto se recuperen Araújo, Koundé o Christensen. Y luego, porque su nivel ya no es el de los grandes días.