Entre el lunes 29 de enero pasado, cuando Paolo Guerrero firmó un contrato de una temporada con el club Universidad César Vallejo, tras desinteresarse Liga de Quito por renovar con el delantero peruano de 40 años, y el domingo 10 del mes en curso, el Depredador cambió de opinión. Del “Nos vemos en Trujillo”, mensaje que publicó en sus redes sociales el 2 de febrero, pasó a decidir no respetar el acuerdo “por temas familiares”.