El pasado jueves, Juan Francisco Rossel, de 19 años, convirtió dos goles en el triunfo de la selección de Chile sub-20 sobre Venezuela, y se alzó como la gran figura del elenco dirigido por Nicolás Córdova. El delantero, de madre ecuatoriana y padre chileno, es canterano de la Universidad Católica, club al que llegó a los 4 años.

La historia de sus padres es bien particular: Candy Corozo (47) y Pedro Rossel (51) se conocieron casi por casualidad. Hace 21 años, ella trabajaba en una aerolínea en Ecuador, por lo que llegó a Chile por unos días. Ahí aprovechó para juntarse con un grupo de amigos en el sector del barrio Bellavista, entre los cuales estaba su futura pareja.

Publicidad

“Nos conocimos en una fiesta, un día antes de devolverme a mi país. Pololeamos a distancia un año, hasta que yo me vine y nos casamos”, cuenta Corozo en declaraciones a diario AS, edición Chile.

La ecuatoriana cuenta que su hijo, cuando tenía 8 años, entrenó en Barcelona SC, donde querían que se quedara; sin embargo, les expresó su deseo de jugar en territorio chileno.

Publicidad

“Cuando él tenía 8 años, nosotros nos fuimos de vacaciones (a Ecuador) y él estuvo entrenando en el Barcelona de Guayaquil. Fueron unos días, pero en el club decidieron que querían quedarse con él, entonces mi marido les dijo que no, porque él pertenecía a la Católica”, expresó.

“Después, cuando Pancho fue nominado a la Roja sub-17 también recibió llamadas de Ecuador, pero él siempre ha dicho que quiere jugar por Chile. Él tiene apego a Ecuador, principalmente por su familia, pero en lo futbolístico quería representar a Chile”, agregó Corozo.

Y continuó: “Siempre le digo que tiene que tener los pies bien puestos sobre la tierra, porque este camino es largo. Que disfrute el momento, pero que no se detenga, que siga avanzando y demostrando, porque un día te puede ir bien y al otro no, entonces no hay que decaer”. (D)