Cuando parecía que Kylian Mbappé, que puede ser su próximo jugador, le había triturado, cuando parecía que su festival había acabado con el Real Madrid, el conjunto de Carlo Ancelotti se levantó de la lona de la forma más imprevista y, en un alarde de coraje, de recuerdo de aquellas noches de remontada, al amparo de un triplete de Karim Benzema, liquidó al todopoderoso PSG del tridente y se clasificó para los cuartos de final de la Liga de Campeones.