Cabizbajo, meditabundo, moderado... La imagen de Ismael Rescalvo caminando sobre el césped apenas decretado el final en el empate de Emelec con Deportivo Cuenca este domingo (2-2) contrastaba con la que, solo segundos más tarde, el español exhibía al transitar por un pasillo cerca de unos exacerbados hinchas azules en las gradas del Alejandro Serrano Aguilar. “Ten dignidad y lárgate que el equipo ya no da nada”, le increpaban –también con insultos– al entrenador eléctrico, quien reaccionaba con un gesto de blablablá de su mano derecha y discutía a la par: osado, soberbio, colérico...