El caso Vinicius sigue dejando secuelas en el Valencia. A pesar de que el club actuó de inmediato y con contundencia contra el aficionado al que señaló directamente el delantero del Real Madrid y contra otros dos espectadores que la policía identificó por insultos raciales, al daño reputacional de todo lo sucedido ese día en Mestalla y en los días posteriores, hay que sumarle también perjuicios económicos.