Antonio Valencia y su esposa presenciaron este sábado los tantos de Anthony Martial y del argentino Alejandro Garnacho con los que el Manchester United ganó 2-0 al Wolverhampton en Old Trafford, partido correspondiente a la trigésima sexta jornada de la Premier League.

El excapitán de los Red Devils fue uno de los más de 73.000 espectadores que alentaron al conjunto del neerlandés Erik ten Hag, que gracias a la victoria dio un paso enorme para terminar la temporada entre los cuatro primeros clasificados con derecho a disputar la próxima edición de la Champions League.

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Valencia, de 37 años de edad, fue captado por la televisión anfitriona del campeonato inglés junto con su esposa.

El antiguo lateral derecho, mediocampista y extremo de los Diablos Rojos compartió un momento ameno con los seguidores del United que se percataron de su presencia en el Teatro de los Sueños y le pidieron autógrafos.

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Telemundo Deportes se hizo eco del regreso de Valencia a su vieja casa, donde jugó diez temporadas.

Valencia fichó por el United en 2009 proveniente del Wigan Athletic y ganó dos títulos de Premier League, una FA Cup, dos Copas de Liga, tres Community Shields y la Europa League.

El exfutbolista amazónico es considerado leyenda del Manchester United, y ya en mayo de 2022 fue convocado por el club para participar en un partido benéfico, con jugadores retirados, ante el Liverpool.

“Fue un día maravilloso, disfruté mucho del partido hoy, recibir el cariño de los fans no tiene precio. Agradezco a Manchester por el cariño hacia mí, el respeto y admiración es mutua, esta ciudad siempre significará mucho en mi vida”, posteó Toño Valencia en su cuenta de Instagram.

United se acerca a Champions League

Los hombres de Erik ten Hag cerraron una racha de dos derrotas consecutivas (frente al Brighton y el West Ham) que comprometieron su presencia en la máxima competición continental. Con el Liverpool pisándole los talones, no podían fallar de nuevo. Sobre todo, porque los Reds van como un tiro con el acelerador pisado a fondo y con ganas de culminar con éxito el curso.

El Wolverhampton no era el mejor rival para recuperar la senda de la victoria.

Los Red Devils, con seis bajas (Rashford, Heaton, Lisandro, Jones, McTominay y Van de Beek) jugaron muy cómodos hasta el descanso. Sin alardes, pero con efectividad, llevó todo el peso del juego y poco a poco fabricó el tanto con el que acabaría consiguiendo los tres puntos.

Avisó con una falta de Bruno Fernandes que atrapó Bentley y con un cabezazo de Antony a centro de Shaw que se marchó por encima del larguero de la portería del Wolves. Y, a la media hora, facturó su tanto con una jugada entre Bruno Fernandes y Antony que culminó Martial con un remate a placer con el que superó a Bentley.

El Wolverhampton intentó reaccionar en la segunda parte y, aunque consiguió mover la pelota con asiduidad en la parcela de campo del United, continuó con su alarmante ausencia de ideas en los últimos metros. Pese a ese buen arranque, tampoco acertó a encontrar portería en la segunda parte.

Y, el Manchester United, poco a poco, empezó a sentirse cómodo al contragolpe. Con Bruno Fernandes como principal agitador, emergió la figura de Bantley para mantener la incertidumbre. El portero del Wolverhampton firmó tres grandes intervenciones a Jadon Sancho, Casemiro y Antony, pero no pudo en un mano a mano ante Alejandro Garnacho que cerró el partido. El 2-0 fue suficiente para el United, ahora a cuatro puntos del Liverpool con un partido menos y cerca de agarrar una posición de Champions League.

(D)