En un hecho lamentable que ensombrece al fútbol de Bolivia, Fabricio Quispe Vásquez, delantero de Oruro Royal, fue llevado al hospital al recibir una patada artera de Javier Alexander Estupiñán, guardameta de Unión Huayllamarca.
El incidente ocurrió el domingo pasado durante un partido en el estadio Jesús Bermúdez, el cual corresponde a la fase inicial de la Copa Simón Bolívar.
La agresión, calificada como violenta y cobarde por los presentes, obligó a Quispe a ser trasladado de inmediato a una clínica local, donde permaneció en observación durante toda la noche.
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Según reportes médicos, el jugador sufrió al menos tres convulsiones antes de ser estabilizado por un neurocirujano.
Brutal agresión del guardameta de #UniónHuayllamarca sobre Fabricio Vásquez jugador de #OruroRoyal, Vasquez quien sufrió 5 convulsiones aún se encuentra internado. Hasta el momento ningún representante de la Asociación Orureña de Fútbol y mucho menos de la @FBF_BO se comunicaron. pic.twitter.com/GeRPsSMWMS
— Luis Butron Carrasco (@butron_carrasco) May 27, 2024
Se espera que Quispe permanezca internado al menos cinco días más hasta lograr su completa recuperación, publica el portal web del diario La Razón de La Paz.
No fue hasta después del partido que Estupiñán fue detenido, lo que provocó la indignación de los jugadores de Oruro Royal, quienes calificaron el acto del arquero como ‘criminal’.
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El fiscal departamental de Oruro, Aldo Morales, anunció que se había llegado a una conciliación entre los clubs involucrados, según la cual Estupiñán cubrirá todos los gastos médicos de Quispe.
“En el informe se puede evidenciar que el arquero anteriormente le habría propiciado dos golpes de puño a nivel del estómago al jugador. El árbitro había procedido a la expulsión y momentos después, ya cuando se reanudó el juego, el arquero le propinó una patada al jugador dejándolo inconsciente”, detalló Morales.
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El acuerdo conciliatorio ha generado un fuerte malestar entre los aficionados, quienes se manifestaron en redes sociales exigiendo que se continúe con el proceso judicial ordinario. Argumentan que la agresión fue un atentado contra la vida del jugador y merece una sanción más severa.
Este incidente pone de manifiesto la necesidad de medidas más estrictas y una mayor responsabilidad en el ámbito deportivo para evitar que los hechos de violencia empañen el espíritu del fútbol. (D)