Chile y Uruguay se enfrentan este martes en Santiago en uno de los clásicos más duros de Sudamérica, marcado esta vez por la urgencia de los locales y la tranquilidad de los visitantes, ya con el billete para Qatar en la mano tras una polémica victoria sobre Perú la semana pasada.

La Roja no depende de sí misma para lograr la quinta plaza, que da acceso a la repesca, y necesita que se den una serie de resultados que muchos creen requieren la intervención milagrosa de San Carlos de Apoquindo, lugar donde se disputará el encuentro.

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Tras caer goleados el jueves ante Brasil por 4-0, los de Martín Lasarte necesitan ganar el martes a los charrúas y esperar que Perú y Colombia caigan derrotados en sus respectivos encuentros, los blanquirrojos en Lima frente a Paraguay y los cafeteros en Caracas frente a Venezuela.

Ambas derrotas parecen difíciles, a tenor de cómo se han desarrollado los clasificatorios para el Mundial, como parece difícil la victoria chilena frente a una Uruguay que, aunque no se juega nada, siempre pone una intensidad más en los duelos con los vecinos, a los que une una larga y polémica rivalidad.

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La última vez que Chile y Uruguay se vieron las caras en un duelo de alto voltaje oficial de clasificación mundialista fue en noviembre de 2016. Chile derrotó entonces a Uruguay por 3-1 en el estadio nacional, con un Claudio Bravo muy inspirado que contribuyó a la victoria al atajar un penalti.

Chile llega a la última jornada de las eliminatorias lamentando algunos puntos perdidos de forma imprevista y con dudas en torno a su “generación dorada”, que con toda probabilidad afronta su último tren.

Aquella que arrancó en 2007 bajo el liderazgo en el banquillo de Marcelo Bielsa y que incluye jugadores aún en activo en la Roja como Claudio Bravo, Medel, Arturo Vidal, o el propio Alexis Sánchez.

Una generación que también incluyó a Eduardo Vargas y que además de clasificarse para los mundiales de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, ganó dos ediciones de la Copa Sudamericana y perdió con Alemania la Copa Confederaciones.

En plena transición, Chile aún depende de la calidad de Alexis Sánchez, goleador histórico de la selección, de la energía, en descenso del Rey Arturo Vidal, y tiene como mejor esperanza al delantero del Blackburn Rovers Ben Brereton.

El jugador que debe liderar la próxima generación chilena llegó a estos dos partidos lesionado y no jugó en el estadio Maracaná.

Horario, canales y ‘streaming’ para ver en vivo los partidos de la jornada 18 de la eliminatoria sudamericana

Pocos esperan que pueda estar en la partida para este martes y piden también a San Carlos de Apoquindo que obre también en su tobillo “la primera parte del milagro”.

Lo más duro de este proceso han sido las ausencias dado que dependíamos de una generación que ganó todo y de algunos jugadores jóvenes. Lo otro fue el cambio de calendario. Esos tres partidos de visitantes fueron complicados, y nadie dijo nada”, dijo Martín Lasarte en la rueda de prensa previa al partido.

“Acá nosotros debemos conseguir el resultado que necesitamos y después tener un poco de fortuna. Esa es la realidad” sobre las opciones de respesca, agregó, poniendo a la fe su dosis de pragmatismo. (D)