Para la prensa deportiva de Brasil la presentación del campeón vigente de la Copa Libertadores, en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda, era un trámite más para Flamengo. Los tres puntos estaban asegurados para los cariocas. Según los cálculos hechos por un periodismo auriverde agrandado, respecto a un conjunto que hizo un papelón en el último Mundial de Clubes y que perdió la Recopa Sudamericana frente a Independiente del Valle, con ese botín iba regresar a Río de Janeiro.