La afición organizada del Milan, la que más peso tiene en el estadio de San Siro situada en el fondo sur, dejó sin apoyo a su equipo durante los primeros 15 minutos para remarcar el descontento general por una temporada desastrosa, agudizado aún más por la derrota ante el Lazio (1-2) que dejó al equipo noveno y a 9 puntos de Liga de Campeones.

Como ya hizo la del Roma hace unos meses, enfadada por la situación del equipo y el despido de Daniele De Rossi, la afición del Milan decidió no entrar en el Estadio Giuseppe Meazza (San Siro para los milanistas) hasta el minuto 15 y dejar todo el fondo vacío, en lo que fue una imagen tremenda en un estadio habitualmente lleno.

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Solo dejó una pancarta gigante con el mensaje claro del único motivo por el que anima al equipo y que ya ante el Bolonia, el jueves, reinó en la grada: “Solo por la camiseta”.

En un comunicado en redes sociales, los grupos más radicales de aficionados del Milan, además de cargar contra la directiva, avisaron de que en caso de no ver cambios, mantendrían la costumbre de dejar solo al equipo, incluso retrasando su entrada.

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El Milan no reacciona

La situación del Milan, a falta de solo 11 jornadas, es insostenible. Es un equipo incapaz de competir pese a la llegada de Sergio Conceicao, pese a haber ganado la Supercopa de Italia en enero y pese a haber llevado a cabo un pequeña revolución en el mercado de invierno con llegadas como Walker, Joao Félix o Santi Giménez.

Eliminado de Liga de Campeones después de haber tenido en sus manos el pase directo a octavos en la última jornada de la primera fase -frente al Dinamo Zagreb- y de haber sido incapaz de superar a un Feyenoord en crisis en el ‘play-off’, atraviesa una crisis brutal también en Serie A, donde perdió ante el Torino, ante el Bolonia y ahora ante el Lazio.

Solo le queda la Copa Italia, en la que está en semifinales. Se medirá al Inter, en una eliminatoria clave para el futuro, pues ganar este trofeo puede ser la única manera de disputar competición europea la próxima campaña.

Ante el Lazio la situación fue de tensión máxima. Con el estadio medio vacío, los ‘biancocelesti’ tuvieron dos ocasiones de gol claras en los primeros compases que provocaron el enfado de los aficionados presentes, convertido en una sonora pitada.

Entró en ese momento la afición del fondo sur con cánticos contra Gerry Cardinale, dueño del fondo estadounidense RedBird Capital propietario del Milan.

Encajaron los ‘rossoneri’ el tanto de Mattia Zaccagni y, en la segunda mitad, se quedaron con un jugador menos tras la expulsión del serbio Strahinja Pavlovlic. La grada fue muy crítica con el equipo hasta que, en los minutos finales, encontró el empate en el 85 con el remate del nigeriano Samu Chukwueze.

Obligado el Milan a ganar para acercarse a Europa, se volcó en ataque y acabó dejando escapar el empate en la última jugada, en el minuto 98, tras el penalti del meta francés Mike Maignan sobre el danés Gustav Isaksen que transformó el español Pedro Rodríguez y que volvió a provocar la crítica feroz de una afición que abandonó rápidamente el estadio.

Conceicao pide apoyo, Leao cierra filas

Terminado el partido, el técnico del Milan, el luso Sergio Conceicao, comentó la crítica situación y, entre líneas, pidió el apoyo de los milanistas.

“Los jugadores sienten lo que ocurre alrededor del club. Es la primera vez que entreno en un entorno así y eso provoca que el balón queme más, que no salgan regates ni pases... El equipo demostró un gran carácter, empatamos con 10 e incluso pudimos haber ganado. Luego el penalti...”, dijo al terminar el choque.

“Lo que más me conmueve es ver la decepción de los jugadores al final del partido, estoy con ellos, si hace falta trabajaré dos horas más. Queremos salir de esta fase negativa. Sigamos trabajando duro”, añadió en rueda de prensa.

Además, su compatriota Rafael Leao se expresó este lunes en redes sociales y cerró filas en torno al vestuario.

“Lamentablemente somos nosotros contra todo y contra todos. Estamos trabajando para volver a obtener resultados positivos y el grupo seguirá más unido que nunca!”, dijo el jugador en Instagram.

El Milan, entre problemas internos -pues sigue todavía sin director deportivo tras el despido de Paolo Maldini- y enfrentamiento con la grada, necesita un milagro para salvar una temporada, hasta ahora, desastrosa. La continuidad de Conceicao y de muchos jugadores, en verano, estará muy en duda. (D)