Los mundiales de fútbol, desde que se instauraron en 1930, siempre estuvieron acompañados de polémicas, dudas y preocupaciones. Si nos remitimos a las últimas cinco citas, podemos afirmar que cada una estuvo marcada por cuidados extremos para que se desarrolle con normalidad. La Copa del Mundo de Alemania 2006 tuvo que extremar medidas de seguridad, considerando que por esos años se conocía de la férrea decisión de EE. UU. de asestar un golpe al terrorismo; la ocupación de Iraq, que provocó la radicalización del mundo islámico; pero también la FIFA y los organizadores se preocuparon del ingreso al país europeo de grupos violentos. Al final, el evento futbolístico tuvo éxito.