La primera participación de Ecuador en unos Juegos Olímpicos fue en París 1924 gracias a la intervención del diplomático ecuatoriano Enrique Dorn y Alsúa, quien tenía amistad con el barón Pierre de Coubertin, lo que permitió que fuera nombrado miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) en 1920. Esta relación facilitó que nuestro país fuese invitado a participar en los Juegos que se iban a realizar en la capital francesa.