La historia del balompié alemán y de los éxitos que lo comienzan a identificar como una potencia no nace con la aparición de Franz Beckenbauer, pero con él sí se instaura una era de consolidación. La línea imaginaria que solemos invocar cuando queremos diferenciar las épocas se diseñó con la irrupción de Beckenbauer en la escena futbolística germana. Hay que precisar que su influencia se da a partir de 1964, cuando con 19 años debuta con el Bayern de Múnich.