La goleada propinada por Emelec al campeón boliviano Independiente Petrolero en la Copa Libertadores el martes será recordada siempre por diversas razones. Sin duda, por ser el resultado más amplio que el equipo guayaquileño ha conseguido en todas sus participaciones del máximo torneo interclubes de Sudamérica. También será reconocida porque le permitió clasificar a los octavos de final ya que era indispensable para los azules no solo ganar sino convencer a sus seguidores, que se encontraban muy desalentados por el fracaso en la primera etapa de la LigaPro. Además, sirve de alivio para el cuerpo técnico de Ismael Rescalvo, señalado por no estar a la altura del refinado paladar del hincha millonario.