Momentos de gran incertidumbre se vivieron dentro de la selección que hacía base en Madrid, por el amistoso con Irak, por causa del laudo del TAS (respecto al caso Byron Castillo) y porque veintiséis futbolistas debían escogerse para ser registrados en la Copa del Mundo. Esa elección se realizó bajo un manto de duda por la demora en su publicación, tanto así que fue la última selección que hizo pública la lista ante la FIFA.