Durante la novena fecha del segundo hexagonal de la Liga Ecuabet se vivió un episodio que rápidamente encendió la polémica. El escenario fue el estadio Bellavista de Ambato, donde Macará actuó como local, pero el protagonista no fue un gol ni una jugada discutida, sino un gesto fuera de lugar desde el equipo arbitral.
Según informó La Hora de Tungurahua, el juez de línea Byron Romero respondió a los insultos provenientes de la hinchada celeste con un gesto obsceno: levantó el dedo del medio mientras desde las gradas llovían los reclamos. La escena fue advertida por varios aficionados y generó inmediata indignación.
Si bien los insultos hacia los árbitros son una realidad frecuente en el fútbol ecuatoriano —y sudamericano en general—, lo que llamó la atención en esta ocasión fue la reacción del asistente, quien cayó en la provocación y respondió de una manera impropia para su rol.
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El hecho no tardó en viralizarse y ahora queda a la espera de un posible pronunciamiento de la Comisión de Arbitraje o de Liga Pro, ya que este tipo de conductas suelen ser observadas con lupa por los organismos disciplinarios. (D)




