Nuevamente se presentaron disturbios en el estadio George Capwell en un Clásico del Astillero entre Emelec y Barcelona SC.

Luego del gol de Octavio Rivero para los canarios, la barra brava del Bombillo, la Boca del Pozo, lanzó un juego pirotécnico al terreno de juego.

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Este reventó junto al lateral por derecha amarillo William Vargas y también golpeó al arquero venezolano José Contreras.

Ante el peligro que corrían los jugadores visitantes, el juez central decidió paralizar el compromiso hasta que se den las garantías necesarias para continuar.

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Sin embargo, los futbolistas canarios tomaron la decisión de retirarse del campo, pero en su caminata al túnel fueron recibidos con botellas de plástico y otros objetos por parte de los seguidores eléctricos ubicados en la tribuna San Martín.

Segundo Castillo, entrenador de Barcelona, solicitó a sus dirigidos ingresar a los camerinos, pero nuevamente se les fue imposible. (D)