El árbitro Guillermo Guerrero fue el centro de airados reclamos por parte de Guayaquil City, equipo que cayó por la mínima (1-0) ante Emelec la noche del sábado gracias a un penal convertido en el minuto 86 por Sebastián Rodríguez. La pena máxima se dio por una polémica acción en el área que no fue falta, de acuerdo con los albicelestes, cuyas quejas conllevaron diferentes matices.