Aunque el color negro predominaba en su uniforme la primera vez que ganó un título (en el torneo organizado por la Unión Deportiva Comercial, en 1925, antes de su fundación formal en 1929), el Club Sport Emelec consiguió su ascenso a la máxima categoría del campeonato de balompié de la Federación Deportiva del Guayas en 1942, con una camiseta que tenía en la parte frontal ocho rayos repartidos arriba y a los costados.
Aquellos añejos rayos (‘chispa eléctrica de gran intensidad producida por descarga entre dos nubes o entre una nube y la tierra’, según la tercera de las nueve acepciones del diccionario de la Real Academia Española) de elemental diseño eran una evidente referencia al nombre completo del equipo guayaquileño que el 3 de junio de 1929 fue aceptado como afiliado de Fedeguayas: Empresa Eléctrica del Ecuador.
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En la camiseta principal presentada el lunes pasado, y que Emelec usará este miércoles en el juego amistoso contra Millonarios, de Bogotá, en la Explosión Azul, un rayo vuelve a ser parte de la indumentaria. Aparece, esta vez, como especie de banda ploma (otro color tradicional del uniforme del equipo porteño).
Los rayos en la camiseta fueron parte de un momento clave en la historia emelecista. Con ellos como elementos llamativos del diseño de hace 80 años, la escuadra que George Capwell trajo al mundo subió de la categoría intermedia de Fedeguayas —que regentaba el certamen de fútbol más importante de la era amateur en el país— a la división de honor, en la que se estrenó en 1943.
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“El 6 de septiembre de 1942 Emelec inició su aventura en la serie intermedia. El sueño, concebido en 1940 por Walter Jouvín y Enrique Villacís Páez (vocales de la institución), era llevar al club a la primera división. Para cumplir tan preciado anhelo Emelec debía vencer a Berlín, Uruguay, Huracán, Audax Argentino, Unión Deportiva Española, y California. Formaban los eléctricos con Jouvín o Valencia en el arco; César Chapete Alvarado, Jaime Roura o Gallo en la defensa; Sánchez, Otón Márquez de la Plata, y Martínez, en la media; Morejón, Pedro Nevárez, Rodrigo Perfume Cabrera, José Bayas o Eloy Carrillo, y Parodi”, relata Ricardo Vasconcellos Rosado en su libro Historia del fútbol guayaquileño.
La campaña por la intermedia del conjunto de los rayos en su camiseta “fue brillante. El 8 de noviembre de 1942, al golear al Berlín por 5-1 se apoderó del título de campeón de la categoría y obtuvo el derecho a jugar, por primera vez en su vida institucional, en la primera serie del fútbol guayaquileño, donde lo esperaba su hermano de barrio, el Barcelona, para dar vida a la más grande fiesta del balompié nacional”, se detalla en la obra del historiador.
El estreno de Emelec en la serie de honor se produjo el 12 de septiembre de 1943 con una sorprendente victoria sobre el entonces poderoso Panamá, al que tres rayos en forma de goles fulminaron por 3-1.
A diferencia del club Necaxa, nombre de la primera central hidroeléctrica construida en México, en 1905, el apodo de Rayos nunca estuvo ligado a Emelec, similar en origen a la institución que tiene como máximo símbolo al ecuatoriano Álex Aguinaga, a la que antaño identificaban como electricistas. No obstante, ocho décadas después de los ocho rayos impresos en la camiseta de los millonarios durante una etapa decisiva para el futuro emelecista, en el 2022 estos vuelven. Ahora para ser exhibidos a nivel en el torneo de la LigaPro y en el ámbito continental en la Copa Libertadores. (D)