Cada cierto tiempo, cuando se aproxima un duelo entre Barcelona SC y Liga de Quito, se repite lo que en la década de 1980 fue un vano intento de crear un clásico distinto al que tiene ocho décadas de vigencia en Ecuador. Se trató de vender, en esa época, que el duelo de mayor rivalidad era el protagonizado por los toreros y El Nacional capitalino. No pegó. Surgió Filanbanco, que debutó en la categoría mayor en 1984, y se promovió entonces que los partidos entre ese club guayaquileño -que apenas tuvo una estancia de siete breves temporadas en la serie A- y los amarillos era un clásico. Pero para la campaña de 1991 los banqueros ya eran un recuerdo.