El viernes pasado, por unas horas, el ambiente en el complejo deportivo de Los Samanes fue tenso. Los futbolistas del primer plantel de Emelec decidieron no entrenar por falta de pagos de sus salarios. Los jugadores salieron al centro de la cancha, dialogaron y luego se retiraron a los vestuarios. Hasta el lugar llegó José Pileggi, presidente de los millonarios, quien luego de mantener conversaciones con miembros del equipo y el cuerpo técnico abandonó el sitio sin emitir declaraciones.