La goleada recibida contra el Manchester City, y sobre todo la imagen de inferioridad ante un rival directo como los de Pep Guardiola, hacen tambalear más que nunca el proyecto de Frank Lampard al frente del Chelsea. En Stamford Bridge, los blues sucumbieron ante uno de los candidatos al título. Tres goles en apenas media hora, y solo uno a favor en el tiempo de descuento, maquillando una derrota incontestable, ponen el interrogante en la cabeza de su técnico después de un verano en el que se gastaron más de $ 307 millones.