El libro de historias dignas de ser contadas en el mundo del fútbol es interminable. Alegres, tristes, de superación... las hay de infinidad de colores. Pero la de Jetro Willems, internacional con Holanda, desgarra especialmente. Imaginar a un niño de 9 años pasando droga duele. Que fuese él mismo quien se ofreciese a hacerlo porque esa era la única alternativa para que su familia saliese adelante muestra hasta qué punto llegan las necesidades.