La sombra de Tour volvió a sobrevolar por la cabeza de Primoz Roglic, aquella derrota ante Tadej Pogar en el penúltimo día de carrera. Un ataque de Richard Carapaz lo puso contra las cuerdas en la subida final a La Covatilla, el juez de la carrera, una ascensión que añade la dureza de sus rampas al viento de cara. Era un cara a cara por el maillot rojo, un duelo directo, sin invitados. Hasta que el Movistar Team decidió decantar el resultado. Marc Soler, descolgado de la fuga, y Enric Mas arroparon a Roglic lo suficiente para darle un respiro y, posiblemente, la Vuelta. Al esloveno le sobraron finalmente 24 segundos y se coronará este domingo en Madrid por segundo año consecutivo. Un buen desquite del Tour. A pesar del susto.