Rebosante de felicidad tras devolver la gloria a los Lakers e imponerse en la temporada más compleja de la historia de la NBA, LeBron James no se olvidó de mandar un mensaje a todos aquellos que le han subestimado: "Quiero mi maldito respeto".
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Los Lakers de Los Ángeles avasallaron el domingo al Heat de Miami por 106-93 y se coronaron campeones de la NBA.
Rebosante de felicidad tras devolver la gloria a los Lakers e imponerse en la temporada más compleja de la historia de la NBA, LeBron James no se olvidó de mandar un mensaje a todos aquellos que le han subestimado: "Quiero mi maldito respeto".
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Medios locales señalan que cada escena del Viacrucis es ensayada y dramatizada por actores locales, todos de los barrios originarios de Iztapalapa.
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