El deporte en su perfil universal da cabida a honorables excepciones. El fútbol, en ese infinito camino de largas distancias, otorga espacios a exglorias que con vocación y autopreparación se lanzan a la función de técnico para construir hazañas dirigiendo conjuntos y para afianzarse en el espectro balompédico. En las estadísticas, el 20 % ha flotado y llegado a la cima con ejemplares resultados. Hay nombres recientes como Pep Guardiola, que dirigió al Barcelona, y Zinedine Zidane, que conduce al Real Madrid. Dos ídolos como jugadores, Pep en España y Zinedine en Francia, que se atrevieron después de su retiro a ser estrategas y ambos están hoy en lo más alto de sus capacidades como DT.