Eran finales de 2010 cuando el futbolista de los registros de Liga de Quito, Gonzalo Javier Chila Palma, provocaba un tsunami de inquietudes, conjeturas y fuertes cuestionamientos debido a que se hizo pública que su auténtica identidad era Ángel Lizardo Cheme Ortiz. Liga ese año ganó la Recopa Sudamericana -a manos de Estudiantes de La Plata- y cerró la temporada coronándose campeón nacional tras vencer en la final a Emelec. Diez años después, ya con el nombre Ángel Cheme, el protagonista del suceso hace varias revelaciones y asegura que los principales de la directiva del club albo sí tenían conocimiento sobre su suplantación de identidad.