En la cúspide de la gloria, al registrar el 29 de marzo de 1990 su récord en la NBA con los 69 puntos que marcó a los Cleveland, el oro olímpico obtenido en Barcelona 1992 con el arrasador Dream Team y el añorado tricampeonato de la NBA (1991, 1992 y 1993) con los Chicago Bulls, se comenzó a comentar que Michael Jordan estaba planeando dejar la práctica de este deporte.