Lolita Fuentes fue, en la mitad inicial de la década de los 80, un nombre reconocido en el medio deportivo guayaquileño porque en ese lapso fue la mejor nadadora del país. Tal vez quienes deban exprimir la memoria para recordar sus éxitos internacionales sean los periodistas deportivos actuales. Esto porque las medallas de oro que Lolita ganó en 400 y 800 metros libres en los Juegos Cruz del Sur de 1982 (Sudamericanos), el título en los 800 metros de 1981 en los Bolivarianos, y las preseas de oro (400 libre), plata (200 libre) y bronce (400 estilos combinados) en Cuenca en 1985, en los Bolivarianos, no tienen relación con que “Damián Díaz corra por carriles centrales” o que “Pedro Ortiz y Alexander Domínguez tienen que ser llamados por Jordi Cruyff”. Fuentes prefiere opinar de cuestiones más relevantes. Por eso la competidora en el Mundial de Natación de Guayaquil 1982 suma su voz a las que protestan contra el anuncio municipal de hacer de las piscinas del Centro Cívico el 19.° parque acuático.