La Cámara de Enjuiciamiento de la Comisión de Control Financiero de los Clubes (ICFC) estimó que el City es culpable de "graves violaciones" de las reglas del 'fair play' financiero, el principio por el cual un club que participa en las competiciones europeas de la UEFA no puede gastar más de lo que genera, dentro de unos parámetros fijados para evitar excesivos endeudamientos y vigilar estrechamente las inyecciones de capital de los propietarios.