Son apenas unos cuantos los clubes cuya sola mención de su nombre es asociada de inmediato, por aficionados y periodistas de cualquier parte del planeta, con la realeza del fútbol. Eso sucede con el Milan, una de las instituciones de mayor abolengo del balompié de Italia. La del más elegante uniforme rojinegro, confeccionado en una de las cuatro capitales mundiales de la moda.