Cuando Thomas Gravesen, exjugador del Everton y Real Madrid, colgó las botas a la edad de 33 años no se imaginó la jubilación que le esperaba. Después de llevar alejado de los terrenos de juego 15 años, el internacional danés, conocido por su famosa ‘Gravesinha’ o por su pelea con Robinho, disfruta de un retiro dorado en Las Vegas, la ‘Ciudad del Pecado’, donde lleva una vida de auténtico lujo, publica Diario AS de España.