La angustia por anotar tres goles y clasificar a la final de la Copa Ecuador se convirtió luego en la urgencia de al menos hacer dos tantos, no recibir ninguno y forzar la definición por penales para llegar a las finales. Ese segundo escenario es el que se le presentó a Emelec la noche del miércoles pasado al vencer a Liga de Quito 2-0.