El Clásico del Astillero fue un partido que lo ganó el que mejor jugó, el que mejor hizo las cosas. Mucho tuvo que ver la expulsión de Damián Frascarelli, portero de Barcelona, porque jugar con uno menos durante 90 minutos no es sencillo; es muy difícil, y más en un duelo de este tipo. Pero lo cierto es que Emelec jugó un muy buen partido, ha mejorado respecto a otras fechas. Ante Barcelona se vio como un equipo ordenado y con una serie de futbolistas en un nivel altísimo, como es el caso de Joao Rojas.