El toque de queda y la militarización del Distrito Metropolitano y su valles, decretado por el Gobierno ecuatoriano el sábado para frenar los disturbios registrados en las calles de la ciudad, sorprendió a los planteles de Liga de Quito y El Nacional, que al finalizar un encuentro amistoso en Pomasqui no tuvieron tiempo para su retorno y debieron permanecer en el complejo albo.