La oportunidad de Felipe Caicedo de jugar en el exterior se inició entre 2005-2006. El artillero venía con apenas 16 años cumpliendo una presentación digna en el Sudamericano Sub-17, realizado en Maracaibo, Venezuela. Muchos observadores del sur del continente le pusieron el ojo; brasileños y argentinos habían descubierto en Caicedo su capacidad técnica y su fortaleza física con tan pocos años de edad. Pero fue el economista Mario Costa, gran dirigente guayaquileño, quien decidió que una propuesta que llegaba de Suiza era la más adecuada, porque el joven delantero ecuatoriano allá tendría comodidades y una escuela deportiva en el club suizo Basilea.