Apreciar el skateboarding (monopatinaje) como un arte es la inclinación que Andrés Brito tiene sobre este deporte. El quiteño de 28 años comenzó a practicar esta disciplina extrema desde que tenía 9 años de edad, cuando consiguió su primera tabla. Brito, quien también es fotógrafo profesional y diseña una línea de indumentaria deportiva, asegura que el skateboarding “no es una actividad para vagos” y rechaza los estereotipos que se han creado sobre los skaters profesionales.