Cuando la Secretaría General de Comunicación publicó el anuncio en el que informó “que el presidente de la República, Lenín Moreno, propuso a sus homólogos de Colombia y Perú, Iván Duque y Martín Vizcarra, respectivamente, organizar el Mundial de Fútbol 2030 entre los tres países”, lo releí varias veces para estar seguro de que lo que estaba leyendo era real y así medir el alcance y trascendencia de esa información.