Cuando aterrizaba el avión que trajo a los gladiadores futbolistas de la sub-20, notamos en la multitud lágrimas de felicidad y desborde de júbilo, aún más cuando se pudo observar en la aeronave, en una de sus ventanas, el emblema patrio y al descender los jugadores los vivas y aplausos transformaron el aeropuerto en una locura.