Saltan chispas, la tensión casi se puede tocar con la mano, apenas falta que le pongan el cartel de “Peligro, alto voltaje”… Va a haber que ir con zapatos de goma a ver Uruguay-Chile. Cada choque entre ambos genera electricidad. La Celeste versus La Roja se ha transformado en un insospechado nuevo clásico del continente. Aunque los hinchas uruguayos se ofendan: “Nuestros clásicos son Argentina y Brasil, nunca Chile”. Sin embargo, cada vez que les toca medirse por Eliminatoria o, como anteanoche, por Copa América, las tácticas y los planteos vuelan por los aires. Pierden los papeles y se da una lucha callejera, sin trinchera y sin cuartel, a pecho limpio y con bayoneta. Y salen partidos volcánicos para los cuales no hay indiferentes.